Esta Ruta une Granada con Almería a través de una serie de pasos que
permiten al viajero conocer los paisajes de Sierra Nevada, la Sierra de
Gádor y la Contraviesa. Las Alpujarras se extienden por las provincias
de Almería y Granada.
Esta comarca está delimitada al norte por
las cumbres de Sierra Nevada y al sur por el Mediterráneo. Su
aislamiento es característico y a él se deben sus peculiaridades
etnológicas e históricas. Así, la Alpujarra se convirtió en núcleo de
resistencia frente al Islam y también fue el último reducto morisco.
A
lo largo de esta Ruta pueden hallarse hoy en día numerosos restos de
las antiguas fortificaciones medievales y un valiosísimo patrimonio
perteneciente a la época musulmana. Además, el Parque Nacional de Sierra
Nevada ofrece techos tan altos como el Mulhacén o el Veleta.
Este
camino que une Almería y Granada por las Alpujarras es una de las rutas
más variadas y sorprendentes de Europa. En su recorrido encontramos
numerosos restos de las antiguas fortificaciones medievales (atalayas,
castillos, fuertes y torres), además de un valioso patrimonio
arqueológico de la época musulmana. Partiendo desde el mar Mediterráneo
hasta la vega del río Genil, la ruta, atraviesa desiertos como el de
Tabernas, al que nadie puede permanecer impasible dada su belleza, oasis
y la cordillera más alta de la península Ibérica.
En sus
caminos se descubre una cultura que supo integrarse en su medio natural,
una arquitectura singular donde destaca la blancura de las casas sobre
el verde de los campos, una distribución que sigue el orden impuesto por
la pendiente de montaña, una agricultura donde se mezclan frutales,
hortalizas y castaños y que hacen de los huertos un paisaje fascinante.
Abandonando las Alpujarras se llega al valle del Lecrín, con un clima
benigno y un terreno accidentado donde la agricultura y la ganadería
tienen una importante presencia. Tras el Suspiro del Moro llegamos a la
Vega sur, conocida como La Campana para alcanzar el final de la ruta,
Granada. A través de los caminos se conocerán los dramáticos sucesos
que acabaron con una civilización cuyo legado es una de las principales
riquezas del pueblo andaluz.
Toda la zona se caracterizó en la
Edad Media por su relativa independencia e irreductibilidad frente al
poder establecido, sea en el seno de al-Andalus o en el conflicto final
que enfrentó a musulmanes y cristianos.
Este hecho generó muchas
revueltas y sublevaciones que finalizaron sólo después de la expulsión
definitiva de los moriscos. En esta Ruta pueden hallarse numerosos
restos de las antiguas fortificaciones medievales (atalayas, castillos,
fuertes y torres), además de un valiosísimo patrimonio arqueológico de
época musulmana. El paisaje de esta Ruta resulta tan interesante para el
viajero como esos aspectos culturales y patrimoniales ya que conserva
muchas de sus panorámicas y características.
Más en: http://www.legadoandalusi.es/fundacion/principal/rutas/ruta-alpujarras
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